
Textos que muchas veces a pesar de que pasan por algunos controles editoriales acaban saliendo a la luz de manera totalmente fraudulenta, y eso simplemente es porque en muchas ocasiones estamos más pendientes de cómo lo pone o cómo lo va a contar el vecino que de la información que vamos a publicar nosotros. A ver si hacemos un poquito más de periodismo de investigación y dejamos de fiarnos de la información de internet, ya que, aunque así lo parezca, una información no tiene porque ser verdadera por estar publicada en tres o cuatro páginas web.
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